El Madrigal fue testigo de dos planteamientos opuestos. El Villarreal salió a por todas, tratando de buscar la fluidez de su juego. El Valencia sacó la muralla y se contentó con parar a los amarillos. El derbi en el que estaba en juego el tercer puesto de la Liga se saldó con un empate (1-1). El técnico del Villarreal, Juan Carlos Garrido, aseguró en rueda de prensa que "por juego, ocasiones y dominio" el partido debería haberse decantado a su favor. "Antes y después del partido, el resultado que nos podía dejar contentos era los tres puntos". Por su parte, Unai Emery, entrenador del Valencia, se mostró satisfecho con el resultado y la eficacia defensiva de sus chicos. "Quizá nos faltó claridad en los tres cuartos finales. Aunque el partido ha estado en la línea que esperábamos".