Enrique Alza y Sonia González tenían pensado casarse en Punta Cana el 8 de diciembre junto con 20 familiares más. La huelga de controladores truncó su sueño, pero no su boda. En 48 horas organizaron el enlace. El hotel Peruskenea de Beruete, en Navarra, el lugar donde Enrique le pidió a Sonia en matrimonio, les abrió las puertas, y hasta el alcalde, de vacaciones, aceptó casarles. La ceremonia ha sido doblemente especial por el calvario que sufrieron en Barajas, 55 horas esperando un vuelo que nunca llegó. 50 invitados que han recordado con ellos los momentos duros. Los novios se han mostrado felices aunque denuncian el "secuestro" al que fueron sometidos, y han dicho que quieren olvidar. "Mataron la ilusión pero no han podido con la boda", ha dicho el padre del novio, visiblemente emocionado. Ahora parten los novios a Punta Cana de viaje.