Los 13 mineros encerrados en el pozo Casares, en la localidad leonesa de Tremor de Arriba aseguran que no saldrán hasta que cobren los dos meses de salario que les adeuda el Grupo Viloria, la empresa para la que trabajan.Hoy cumplen ya su quinto día de encierro, a casi 250 metros de profundidad, pero aseguran que continuarán hasta donde haga falta. "Los trece que estamos aquí dentro vamos todos a una, hasta que se arregle todo, hasta el fin", asegura Pedro Leite, uno de los mineros encerrados.