Desde el pasado mes de octubre, la Guardia Urbana de Barcelona ha impuesto 325 denuncias por ofrecer sexo en la calle, y otra 325 a clientes que querían contratar servicios sexuales. Además, en el último mes se han cerrado una decena de lupanares, se han precintado 4 y 2 más están pendientes de precintar. Todas estas actuaciones han sido posibles gracias a que se ha reforzado la presencia policial en el barrio de El Raval con patrullas las 24 horas del día.Esto ha hecho que en los últimos meses el número de prostitutas en la calle haya bajado notablemente, aunque esta misma mañana no ha sido difícil encontrar a más de una decena de mujeres ofreciendo sus servicios a plena luz del día. Los vecinos de la zona están satisfechos de que haya más presencia policial, pero lamentan que éstos no consigan erradicar el problema de la prostitución.