Se tenga o no se tenga fe, una vez que se conoce a Don Luis se cree en él. En este cura atípico, que a sus 74 años ha hecho y creado de todo. Fundó un periódico, una verbena, recorrió España en su vespa ayudando a los que soñaban con ser toreros. Creó dos escuelas de hostelería, tres hoteles, varias tabernas -las del Alabardero, en Madrid- y Sevilla -donde rodamos estas imágenes hace nueve años- Y la última de ellas al lado de la Casa Blanca en Washington. También fundó el mítico Café de Oriente y veinte establecimientos más. Ha dado de comer al Papa, al Rey, a políticos, a artistas, a los más grandes en todo, pero él todo esto, lo creó para ayudar a los más jóvenes y a los más conflictivos, porque sacó de la droga a cientos de chicos para los que aún sigue siendo "su padre", por eso Don Luis dice tener "nietos". Y ahora sus nuevos nietos son los 1.500 niños de este colegio Madrileño su último proyecto de fe. Por eso...cada niño aprende con su ordenador y para pasarlo bien hay, huerto, parlamento, clases de cocina, bosque animado. Y aquí, uno siente que la fe puede mover montañas y Don Luis mueve a la fe, a la de creer en él.