En esta tercera entrega, Andy el antaño niño y dueño de los juguetes protagonistas ya está crecidito y se marcha a la universidad. Su ausencia creará un estado de nervios terrible entre Woody, Buzz Light Year y el resto de su pandilla al sentirse abandonados y temer que incluso les tiren a la basura o les vendan por Ebay.  Pero su nuevo destino será otro, una guardería en la que tendrán que enfrentarse con las nada delicadas nuevas generaciones de niños, que no les tratan con la misma delicadeza y cariño con la que lo hacía Andy. Una nueva aventura que promete muchas risas, nuevos personajes y algunas sopresas como por ejemplo ver a Buzz Light Year hablando con acento andaluz y marcándose unos pasos de flamenco.