Todavía no puede entrenarse con sus compañeros pero ya es uno más. En la playa gaditana de Costa Ballena, el jugador del Sevilla Sergio Sánchez ha vuelto a sentirse futbolista dos meses después de superar una complicada operación de corazón.Por ahora no puede alcanzar las 150 pulsaciones por minuto. Sergio tuvo suerte. Dos años y medio después del repentino adiós de Antonio Puerta le descubrieron un problema cardíaco y en Navidad tuvo que colgar las botas. Ahora, con 24 años, tiene la ilusión de un niño para volver a jugar.Eso puede ser en diciembre pero antes, en septiembre, una prueba de máxima intensidad decidirá su futuro.