El Papa Benedicto XVI rezó el viernes por la paz, en una Misa del Gallo marcada por las estrictas medidas de seguridad después del envío de paquetes bomba a dos embajadas en Roma. En la celebración de su sexta Navidad como Papa, Benedicto XVI, de 83 años, encendió el viernes una vela en su habitación, que da a la Plaza de San Pedro, para marcar el inicio oficial de las celebraciones del Vaticano, pero un aguacero torrencial hizo que no hubiera tanta cantidad de fieles como en otras oportunidades.La policía redobló las medidas de seguridad en el Vaticano y en Roma, un día después del envío de dos paquetes bombas a las embajadas de Chile y Suiza en la capital italiana. En Belén, el patriarca latino de Jerusalén pidió durante la homilía una intensificación del diálogo entre judíos y musulmanes, un mensaje de paz que escucharon los presentes, entre ellos el presidente palestino, Mahmud Abás, que acudió a la misa. El alto muro de seguridad que rodea la ciudad cisjodana se ha abierto, estos días, con más facilidad tanto a peregrinos, entre ellos, más de 30.000 palestinos de Israel, como a turistas, unos 90.000 extranjeros han acudido, estas Navidades, a Belén.